La corrosión en estructuras a las que no se ha dejado una capa lógica entre el acero y el final del hormigón es algo común, sobre todo en zonas costeras. Este es un ejemplo sencillo de una reparación que realizamos durante 2015 en Burela. Nos preocupamos en reparar cada una de las zonas afectadas y llegar a todas las partes oxidadas. Es un proceso en el que siempre merece la pena no escatimar en tiempo y materiales, pues el óxido debe ser eliminado por completo, sin dejar rastro que pueda reactivar el proceso de oxidación en un futuro próximo.
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